Cultura organizacional, retos y oportunidades para los líderes de gestión de personas

Estamos viviendo una era desafiante y apasionante para todos los que gestionamos personas, –casi todos–, marcada por tendencias emergentes y una evolución rápida del mercado laboral. Todos somos responsables por la cultura organizacional. Como cocreadores y garantes de culturas organizacionales resilientes, respetuosas y potentes, me gustaría resaltar el desafío que tenemos con la renuncia silenciosa o quiet quitting¸ fenómeno generado durante la pandemia que impulsó a las personas a evaluar sus prioridades y repensarse buscando un mayor equilibrio en las áreas de su vida, y no comprometerse al 100% con su trabajo, cuando hay desconexión entre el propósito organizacional y el personal.

Estudios del 2023 resaltan que el 59% de los colaboradores del mundo están en renuncia silenciosa, igual cifra para Latinoamérica. Es muy grave pensar que el 59% de las personas ocupan un asiento, hacen el mínimo esfuerzo y están psicológicamente desconectados de la organización.

Nuestro reto como líderes de gestión de personas es repensar la cultura hacia la construcción de organizaciones que se esfuerzan por ser más empáticas, asumiendo los valores y las personalidades de su gente y equipos, y comprenden los mercados y comunidades en las que operan.

"Los líderes de hoy nos ayudarán a vivir mejor. A trabajar mejor. A sentirnos más fuertes. A ser más amables. No importa nuestro origen".

El papel de los líderes es crucial. Las personas en sus equipos están enfrentando una disrupción e incertidumbre permanente, de manera que necesitan líderes que puedan impulsar sus talentos, aspiraciones y sueños.
Las organizaciones necesitan defender y desarrollar líderes inclusivos, de diversos orígenes y perspectivas, cambiadores de juego, que apoyen a las personas, y al mismo tiempo sean disruptores. Líderes confiables, honestos y auténticos que se preocupan y se conectan con los equipos, que escuchan, aprenden y lideran con valentía, humildad y disciplina.

Los líderes de hoy nos ayudarán a vivir mejor. A trabajar mejor. A sentirnos más fuertes. A ser más amables. No importa nuestro origen. A crear un espacio en el que todos nos sintamos reconocidos.