Politing, el as bajo la manga para ganar elecciones

En medio de una nueva coyuntura electoral en el país, la ciudadanía espera encontrar propuestas diferentes y candidatos transparentes que superen las criticadas costumbres tradicionales de ofrecer a cambio del voto una teja, una lechona o un tamal y que den la oportunidad a nuevos actores de entrar en el escenario político con apuestas reales para un crecimiento sostenible.

Estos deseos, que para muchos parecen irrealizables, conectan con los propósitos y herramientas de un concepto del autor Carlos Salazar que está trascendiendo la política y el marketing: el politing. Se trata de una propuesta que le permite a cualquier persona -con seguridad y confianza- enfrentar los procesos políticos y electorales de manera efectiva (eficiente y eficaz) y alcanzar el éxito de candidatos, programas o partidos políticos, sin acudir al engaño o a la compra de votos.

Gestionar a través del politing es administrar adecuadamente recursos y personas e implica entender el valor del ofrecimiento político (PPC: Programa/Partido/Candidato) pensando en imagen, estrategia y posicionamiento; en ser competitivos, atractivos y convincentes ante los ojos del votante, y en construir mensajes triunfadores que desarrollan ventajas competitivas en la marca política personal, pero siempre alineados con la transparencia.

El politing más que una moda es una necesidad. Basta con echarle un vistazo a algunos estudios para corroborarlo. Recientemente, la Corporación Latinobarómetro reveló que en Colombia tan solo el 16% de la población tiene confianza en los partidos políticos y que no siempre la competencia electoral es vista como un proceso limpio.  

Por su parte, el Trust Barometer 2018, de Edelman, refleja una caída en la confianza de la ciudadanía en las instituciones del país desde el 2006, debido principalmente a la corrupción. Y el más reciente ranking del Índice de Percepción de Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional también sitúa al país en una preocupante posición, ya que lo ubica en el puesto 99 entre 180 Estados.

De esta manera, cambiar la forma de hacer política, como lo propone el politing, se convierte no solo en una oportunidad atractiva para el posicionamiento de candidatos que, al entrenarse para mejorar sus habilidades y capacidades políticas logran construir su marca personal y conquistar votos con el menor costo del mercado, sino en una esperanza para fortalecer nuestras instituciones y, en consecuencia, la confianza depositada en ellas.

No hay que olvidar que en el más reciente proceso electoral se tuvo una votación sin precedentes en contra de la corrupción y quedó claro que la ciudadanía, en la apuesta por finalizar casi seis décadas de conflicto armado interno, espera alternativas y ofrecimientos políticos distintos, centrados en reales capacidades para gerenciar procesos que nos conduzcan al desarrollo.

Nota: Si te interesa aprender más sobre este tema, no te pierdas el curso ‘Politing para el éxito electoral y en la gestión pública’, de nuestra Escuela Internacional de Verano 2019.