Las nuevas tecnologías aliadas de los docentes
Creo que para nadie es un secreto que esta pandemia nos tomó a todos desprevenidos. Cuando supimos de los primeros casos en China recordamos cuando aparecieron otras epidemias como el SARS o el Ébola. Luego de que el virus se expandiera a varios países finalmente llegó a Colombia el 6 de marzo y nos sorprendió, en ese momento comprendimos que el aislamiento era inevitable, pero el confinamiento obligatorio no impidió que nosotros como docentes siguiéramos nuestra pasión de transmitir conocimiento para formar profesionales con las habilidades que demanda el mercado laboral.
Colegios e Instituciones de Educación Superior (IES) en todas las ciudades del país debieron adaptarse a estas nuevas realidades. Improvisamos escritorios en cuartos, salas y hasta cocinas. Comenzamos a pasar largos días dando clases a nuestros estudiantes con problemas de conectividad, temerosos de esta nueva enfermedad, ansiosos por la incertidumbre económica y la crisis que se desató. En el caso de la comunidad académica, docentes, estudiantes y administrativos, estuvimos abrumados por el enorme reto de asumir una universidad desde la casa.
Realmente admiramos y respetamos profundamente a todos los docentes, administrativos y estudiantes de estas instituciones por su valentía y su esfuerzo. En el caso de los docentes, para muchos de ellos sin preparación en estas nuevas tecnologías, el proceso de adaptación fue muy duro. Largas horas frente a un computador, interrupciones y ruidos familiares, caídas en el servicio de internet, dolores de cabeza y de espalda, y un estandarizado y molesto “¿sí me escuchan?” en las clases.
“La complementariedad entre los docentes logró sacar lo mejor de cada uno en el aula virtual".
Creo que ninguna IES estaba preparada para la revolución que aún ahora está cambiando a la educación. Sin embargo, en ese momento necesitábamos urgentemente poder ofrecer una experiencia a nuestros estudiantes que les permitiera seguir aprendiendo desde sus hogares de la mejor forma que pudieran permitirlo la tecnología y la nueva realidad.
La Universidad Ean hizo lo propio. Conformamos un grupo entusiasta y muy creativo que contó desde el inicio con el enorme apoyo de la alta dirección, y diseñamos el programa Ean Mentoría Docentes. Este programa nació de la necesidad de formar a nuestros profesores, no solo en el manejo de las nuevas tecnologías, sino en habilidades blandas y en temas disciplinares. No se pensó como una capacitación (que existen muchas), sino como un proceso uno a uno, donde docentes mentores establecen conversaciones con colegas mentorizados, compartiendo buenas prácticas y hablando de lo que se les da mejor en las aulas, todo en el marco de la mayor camaradería y pensando siempre en el bienestar de los estudiantes.
Hoy en día vemos hacia atrás y nos sorprendemos de nuestra rápida respuesta. El programa se implementó un mes después de entrar a clases virtuales y los profesores tuvieron la oportunidad de compartir experiencias, formarse y potenciar talentos y conocimiento en ambientes virtuales. Participaron docentes de cátedra y de planta de todas nuestras facultades y de todos los niveles de formación. Algunos docentes nunca habían necesitado un computador, ya que sus clases las desarrollaban en el tablero o con diversos recursos que permite el aula presencial. Otros docentes brillaban desde antes por sus estrategias creativas para las clases online. Y allí estuvo el éxito. La complementariedad entre los docentes logró sacar lo mejor de cada uno en el aula virtual.
En este 2021-I nuestro programa cumplirá un año de ser implementado, y estamos en proceso de lanzamiento de la tercera fase. Hemos aprendido mucho en un camino que no ha estado exento de errores, pero que nos ha enseñado que, a la manera del Ubuntu en las culturas africanas, somos mejores y mas fuertes cuando estamos unidos, cuando nos apoyamos entre nosotros.
La invitación a todos los docentes de la Universidad es a que se unan a la nueva fase del programa Ean Mentoría Docente, una experiencia con la que podrán dar y recibir conocimientos, empatía, ideas y buena vibra junto con otros colegas, que como ustedes no solo son apasionados por enseñar, sino también por aprender.
