‘Influencers’ vs. profesionales en la era del social media
Community Manager - Gestión de medios.
Universidad Ean
Lo primero que hace gran parte de la población al despertar es tomar su celular y saltar de una red social a otra, para ver qué ha ocurrido en las últimas horas, como si se tratara de un periódico o revista de interés. Y no es para menos, con el rápido avance de la tecnología, las redes sociales se han convertido en una parte importante de nuestra vida diaria.
Vivir en un mundo cada vez más digitalizado hace que las dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales se transformen. Tanto así, que a través de las redes han surgido personajes que por su carisma, belleza o controversia llaman la atención del público y se convierten en referentes para un gran número de seguidores y suscriptores.
"Un ‘influencer’ colombiano puede ganar aproximadamente entre 80 y 90 millones de pesos en un mes"
Así nacen los ‘influencers’, personas que poseen credibilidad e incidencia sobre un tema concreto, y son capaces de crear comunidad y tener seguidores fieles que están al tanto de cada historia, post, tweet o comentario. Algo así como una especie de celebridad digital.
Con la llegada de estos nuevos influenciadores, el ‘marketing’ vio la oportunidad perfecta para establecer una serie de vínculos de colaboración con aquellas personas con una gran visibilidad y protagonismo en internet. Hasta aquí, se trata de un convenio publicitario donde las diferentes marcas y empresas llegan a más público y los ‘influencers’ ganan dinero creando contenido para marcas.
Aunque la dinámica monetaria propiciada por las redes sociales y las plataformas digitales no es muy clara, un ‘influencer’ colombiano puede ganar aproximadamente entre 80 y 90 millones de pesos en un mes. Así lo afirmó la contadora Yenny Saldarriaga en el programa ‘Lo sé todo’ de ‘Canal 1’.
Del otro lado de la moneda aparecen los profesionales, o mejor dicho, personas que tuvieron la oportunidad de estudiar y graduarse de una carrera profesional. Si comparamos las oportunidades monetarias y de crecimiento entre un ‘influencer’ y un profesional, la diferencia es abismal.
Pero, ¿a qué se debe esa gran diferencia? Para el mundo digital, el ‘marketing’ y la economía parece más apetecible y lucrativo crear y consumir contenido rápido, con gran alcance, dinámico y capaz de influir en las decisiones de las personas, que pagar por un profesional que no tiene tanto reconocimiento ni influencia.
Y si a esto le agregamos las pocas oportunidades laborales que se ofrece a los profesionales, los bajos salarios y la poca voluntad del Estado para mejorar esas condiciones, tenemos a millones de jóvenes y adultos tratando de competir en un sistema que premia la utilidad sobre el valor. Es normal, entonces, sentir frustración y una profunda sensación de injusticia.
¿Qué pasará entonces con los profesionales cuando el metaverso, la siguiente generación de internet, sea una realidad? ¿Tendrán los médicos, docentes o contadores un lugar en esta realidad virtual? Aunque todo termine pareciendo un capítulo de ‘Black Mirror’, la tecnología seguirá avanzando y es obligación de los estados generar más oportunidades para las diferentes profesiones, reconociendo su valor y aporte al crecimiento de la sociedad.
