Para el evento inaugural del BIME, la conversación entre el artista español Enrique Bunbury y Leila Cobo ha desgranado los más de 35 años de trayectoria del músico. En esta conversación íntima con el legendario artista, se revelaron detalles fascinantes sobre su carrera y su proceso creativo. 

Comenzando con su reciente concierto en Bogotá, Bunbury compartió su entusiasmo por la energía del público y la importancia que tiene para él la interacción con sus seguidores. También reconoció la influencia del público en sus presentaciones y su papel fundamental en la experiencia del concierto.  

Bunbury expresó su necesidad constante de explorar su creatividad a través de la música, la escritura y la pintura. A pesar de su larga carrera y su reconocimiento por su pasado, sigue adelante buscando producir nuevas obras y desafiarse a sí mismo creativamente. Menciona que no le gusta quedarse estancado en el pasado, por lo que trata de innovar constantemente. “Tengo una necesidad imperiosa de escribir nuevas canciones y libros, Estoy creativamente muy despierto y con muchas ganas. Mi necesidad real son las canciones del presente”. 

Aclara que nunca tuvo una formación y decidió no tomar clases de canto, pues tiene un tono de voz muy particular y le aconsejaron que lo mantuviese.  “No soy un cantante de escuela. Mi personalidad está basada en mis defectos” . 

Leila prosigue indagando por las primeras experiencias musicales, Bunbury rememoró cómo las películas de Elvis Presley y las cintas de cassette de los Beatles, regaladas por su tío, marcaron el inicio de su pasión por la música. Aunque su familia no era especialmente musical, él y sus hermanos encontraron en la música una fuente de conexión y emoción. 

Gracias a ello, comienza un grupo de jóvenes apasionados por la música, la reconocida banda Héroes del Silencio, quien tuvo reconocimiento a nivel internacional en los años 80 y 90. 

Sobre su proceso creativo, Bunbury reveló que no sigue una metodología fija, sino que encuentra inspiración a través de la colaboración grupal como hizo en la agrupación, la experimentación con instrumentos y el uso de programas de edición, donde junta estos sonidos y arreglos que le permiten muchas veces componer las letras de sus temas. Añadió que tener un horario de trabajo estructurado le ayuda a mantenerse enfocado y productivo. Lo toma como un trabajo de oficina, todos los días va al estudio y entre pintura, instrumentos y escritura, espera que sus obras afloren. 

El artista también compartió un momento personal sobre su reciente gira por México, donde enfrentó problemas de salud relacionados con su garganta. Comenta que fue un momento muy tenso, donde llegó a considerar dejar su carrera artística. Después de meses de incertidumbre, encontró alivio en el diagnóstico de un médico holístico, quien identificó una sensibilidad al humo de los conciertos como la causa de sus síntomas. 

En cuanto a su último disco: Greta Garbo, Bunbury reflexionó sobre el proceso de autodescubrimiento y la declaración que dio su retiro de la vida pública, temas que exploró en su música. Toma como inspiración a la actriz Greta Garbo, quien a sus 36 años se retira de Hollywood. Además, mencionó su colaboración con artistas como Arde Bogotá como una oportunidad para explorar nuevos sonidos y ampliar su alcance artístico, dice que estas experiencias le ayudan a experimentar nuevos tonos de voz, nuevos sonidos y que encuentra grato el poder potenciar a otros artistas y abrirlos a otros públicos. 

Como otro tema de interés, se habla sobre la publicación de su libro “La Carta” y cómo surge,comenta que la cuarentena lo aleja del público y pierde ese contacto . Dice, “fue una respuesta a pensar que no me iba a volver a subir a un escenario. Estuve 9 meses contestando a estas cartas. Me daba una pena terrible que la relación con el público se fuera a acabar, y no volver a tener ese feedback”. Es así como comienza la idea de recibir los comentarios de sus seguidores y poder responderlos.  

“No soy mucho de redes sociales, no disfruto de esto. Es por ello por que decidí hacerlo por medio de correspondencia, que me enviasen sus cartas y yo poder darles una respuesta” Y es así como recibe miles de cartas con comentarios buenos, críticas e incluso regaños. Menciona que incluso le entusiasmaba más responder estos últimos, pues lo obligaban a cuestionarse y dar una respuesta coherente y respetuosa. 

Mirando hacia el futuro, Bunbury anunció planes para nuevos conciertos y la grabación de un nuevo disco en el verano. Aunque aún no ha definido la temática, anticipa que reflejará sus reflexiones sobre la vida y la experiencia humana, como ha hecho en sus trabajos anteriores. 

Sin duda fue una charla gratificante para los invitados, quienes llenaron el Auditorio Orígenes y dió una buena apertura al evento mundial más importante de la música. 

*Sara Cardozo es estudiante de Gestión Cultural y periodista de Catarsis.