Como se sabe, en el mundo existe una extensa variedad de diversidad cultural, lo cual conlleva a tener una extensa lista de lenguas, ya sean modernas, muertas, étnicas, etc. Esto permite que haya un proceso histórico en la sociedad que se basa en costumbres, sistemas de gobierno, religión, entre otras cosas, es decir, tanto la lengua como la identidad son productos socioculturales. La identidad lingüística y el uso de la lengua materna son esenciales para el desarrollo personal y social de los individuos, conectándolos con su sociedad y comunidad de origen. Por un lado, la identificación lingüística es importante porque permite a las personas conectarse con su cultura y grupo étnico nativo, lo que puede mejorar su autoestima y bienestar emocional. Por otro lado, el patrimonio idiomático también influye en los comportamientos de la comunidad, ya sea en el ámbito político, económico y social, haciendo que sus dialectos afecten el desarrollo social. Sin embargo, algunas de las lenguas ancestrales cada vez son menos habladas o ya están extintas, por esta razón, el dominio de la lengua materna no es el único factor determinante para la identidad personal y cultural.
En primera instancia, la identidad lingüística es un factor muy importante en la construcción de la identidad juvenil, según menciona Andrés Mahecha-Ovalle (2021): "La construcción de la identidad lingüística desde la interacción verbal con las FTN (Fórmulas de Tratamiento Nominal) se inserta en los ámbitos comunicativos analizados en esta investigación: amistad, familiar y social." La comunicación verbal entre dos personas no solo implica la transferencia de información, sino que también refleja la interacción lingüística y la realidad social entre ellas. De modo que, este es un proceso que contribuye significativamente a la formación de la identidad cultural y personal de una persona, lo cual puede mejorar su autoestima y bienestar emocional. Por consiguiente, es crucial que el ser humano mantenga la conexión con su cultura y comunidad de origen por medio de la identidad lingüística, ya que esto no solo beneficia al individuo, sino que también promueve la diversidad lingüística y cultural en el mundo.
En segunda instancia, la identidad y lengua tienen una gran influencia para el desarrollo de las culturas, es decir, el lenguaje es importante para que se desarrollen temas decisivos en las comunidades. Según Samaniego. M y Garbarini. G (2004): Tanto el idioma de una comunidad en especial como su etnia se sitúa y se desarrolla en entornos específicos. Todos estos son anteriormente organizados por diferentes relaciones como sistemas de gobierno: político, económico y social, lo cual produce un dominio equitativo que puede cuestionar la explicación de la identidad del grupo, por lo tanto, los idiomas afectan al desarrollo cultural de las etnias, lo cual quiere decir que cada sociedad con su lenguaje puede tener diferentes comportamientos hacia la población, esto permite muchos de los aspectos de la variedad cultural que existe en el mundo.
Sin embargo, la identidad lingüística se está perdiendo significativamente, ya que las lenguas ancestrales son cada vez más escasas. Puesto que, el dominio de una lengua nativa pueda ser motivo para sentir orgullo, en muchos casos esto genera exclusión y discriminación, además, de no ser reconocidas legalmente, por este motivo, muchos de los integrantes de las comunidades prefieren aprender las lenguas universales para mejores oportunidades, esto influye mucho en las etnias, pues hace que se pierdan costumbres antiguas y que con el paso del tiempo muchas se extingan, como ya ha sucedió con algunas de ellas. Por otro lado, el desarrollo personal y la identidad no se limita únicamente a la lengua materna, sino que depende de diversos factores, como la religión, las relaciones interpersonales, etc. Por lo tanto, la lengua materna no es un factor importante para la identidad y por este motivo debe cuestionarse en relación a otros aspectos de la vida personal y de la cultura.
En conclusión, la identidad lingüística y el uso de la lengua materna son esenciales para el desarrollo personal y social, conectando a los individuos con su cultura, comunidad nativa, mejorando su autoestima y bienestar emocional. Además, la preservación y uso de una lengua propia contribuyen a mantener la diversidad lingüística y cultural. Aunque, algunos argumentan que la identificación lingüística es irrelevante para la identidad personal y cultural, esta postura es insuficiente, ya que la lengua materna es crucial para la formación del desarrollo y la identidad personal. La lengua materna es una parte integral de la cultura y la comunidad, esencial para la transmisión de valores y tradiciones culturales.
* Tamia Londoño y Natalia Domínguez, estudiantes de Lenguas Modernas de la Universidad Ean. Este fue un trabajo realizado en el marco de la clase Lengua y Redacción.
