El fenómeno “insight” en el discurso publicitario

Parece algo tonto y hasta lógico que algo tan simple como decir la verdad se convirtiera en una estrategia tan efectiva en marketing y publicidad. Un mundo donde lo que buscamos en la mayoría de los casos es persuadir una acción generando una necesidad en la audiencia, no sabía que tenía.

“Insight” uno de los tantos términos que escuchamos en este mundo que es tan viejo como su mismo significado “Una verdad” ese hecho o afirmación absoluta y popular que está en nuestras vidas, algo con lo que inmediatamente nos sentimos identificados.

El amigo “gordito” siempre es el arquero o si no es el dueño del balón, dejar lo que más te gusta de la comida para el final, que justo el día que tienes reunión temprano, el bus pasa tarde, los lunes son los peores días de la semana o que nada supera la sensación de tocar tu cama después de un largo día de trabajo. Solo por nombrar algunos.

El éxito de estas verdades que para todos nosotros son familiares es justamente ese, su familiaridad. Nos buscamos sentir identificados y comprendidos, es aquí donde las marcas pueden adueñarse de nuestros sentimientos y sacarnos una sonrisa, pero sin darnos cuenta con esta acción las marcas llegan a nuestro subconsciente despertando algo en nosotros que si no se transforma en una compra se queda en nuestra mente como un chicle bajo nuestro escritorio mental.

"“Insight” uno de los tantos términos que escuchamos en este mundo que es tan viejo como su mismo significado “Una verdad” ese hecho o afirmación absoluta y popular que está en nuestras vidas, algo con lo que inmediatamente nos sentimos identificados.": Carlos Huérfano.

Hoy encontrar estos “insight”, a mi manera de verlo es muy sencillo, basta con entrar a Instagram o TikTok para ser bombardeado con miles de ellos convirtiéndose en tendencias, audios y memes. Ahora los insights se convierten el algo mucho más tradicional, las marcas y anunciantes han entendido que el camino al consumidor es por el corazón, convirtiéndose en parte de muestra vida, en nuestro aliado, en ese amigo que nos entiende.

Aunque hay que saber usarlos. Por allá a finales de los 90’s y principios de los 2000, una época dorada de la publicidad. Davivienda estaba en boca de todos con su inolvidable campaña “su dinero puede estar en el lugar equivocado”, Insight tras insight, chiste tras chiste, logro de un posicionamiento impresiónate en la mente de los colombianos. Davivienda hizo suyo este lenguaje.

Por esta misma época apareció otro comercial. Un niño llegaba a la cocina de su casa buscando a su mamá “-Mami, mañana tengo que ir disfrazado de castor”, como toda madre se desborda un amor sin límites por su hijo, dedico toda la noche para confeccionar un disfraz de castor por todo lo alto, a la mañana siguiente la madre viste orgullosa a su hijo y se dirigen al colegio, pero en el trayecto el niño empieza a entonar esta melodía “- Vamos castores vamos, vamos a Belén”. Mamá frena en seco en mitad de la calle… es otro comercia de Davivienda ¿verdad? Pues no, el comercial cierra con un copy que dice “Qué dulces son los niños” y el logo de Galletas Noel.

Hay que ser cuidadoso, no abusar de este recurso y encaminarlo bien a nuestros objetivos y personalidad de marca, los insights pueden llegar muy profundo. Pero, como diría el Tío Ben “- With a great power comes a great responsibility”.