Waldetrudes Aguirre es una mujer aguerrida, resiliente y entregada al bienestar social. Nació en San Andrés, Bolívar, estudió su bachillerato en Sincelejo, Sucre, y se graduó como médica de la Universidad Libre de Colombia, sede Barranquilla. Lleva 25 años ejerciendo como profesional de la salud, 22 de ellos dedicados a los ciudadanos radicados en Bogotá y los municipios de Cundinamarca.
Con nostalgia, pero con verraquera, cuenta que es producto del conflicto armado que azotó por décadas la costa colombiana. Su padre murió en el marco de esta guerra donde ella, su madre y sus cuatro hermanos tuvieron que salir adelante, pues era la única opción válida en su mente. A partir de ello, transformó su dolor en vocación. “Para mí es un reto ser resiliente, por eso me formé en salud, transformando esa vocación de servicio en apoyo a las personas que más necesitan”, precisa.
Por esta razón, además de graduarse como médica cirujana, se especializó en Auditoría de Servicios de Salud, en Alta Gerencia del Sistema General de Seguridad Social en Salud y en Administración y Gerencia de Sistemas de Calidad. Actualmente, es estudiante del MBA en Salud de la Universidad Ean, todo ello en busca de extender su vocación, competencia, estrategia y empatía a más personas.
Aunque la facturación y la estabilidad financiera y económica de las instituciones que ha dirigido han sido muy importantes para Waldetrudes, por encima de las cifras, la gente es su prioridad. “He trabajado en empresas en donde tenemos limitaciones, en especial en la parte económica, pero yo he velado por transformar las necesidades de la población y los usuarios en servicios que, aunque han llevado a tener una mejor producción y facturación, buscan algo más valioso: la satisfacción del usuario y su familia a través de la articulación de servicios humanizados”, enfatiza.
Una eanista con trayectoria
En busca de esa satisfacción del paciente, esta eanista ha brillado en los puestos que ha ocupado a nivel nacional, departamental y local.
"Como directora del Centro Regulador de Urgencias (CRUE) de la Secretaría Distrital de Salud logré mejorar muchos tiempos de respuesta; como gerente del Hospital Rafael Uribe Uribe de Bogotá tuve la oportunidad de trabajar en la ruta de la salud y ser pionera en el proceso de donación de órganos y tejidos con fines de trasplantes bajo el eslogan ‘Dona órganos, trasciende tu vida’, posterior a ello tuve la oportunidad de ser subdirectora de la Red Nacional de Trasplantes y Bancos de Sangre del Instituto Nacional de Salud en donde promovimos con aportes y criterios técnicos y normativos a la ley 1805 de 2016 que establece que la donación de órganos es obligatoria”, explica.
Además, como gerente del Hospital de La Vega logró abrir una sala de partos y atención de procedimientos como cesáreas, después de que en ese centro no se ofreciera este servicio por 25 años. Ahora, como gerente del Hospital San Rafael de Facatativá y bajo su eslogan ‘Salud Humanizada en tus manos’ se destacó su labor durante la pandemia por COVID-19. “Cuando ingrese a la institución, el 16 de mayo de 2020, encuentro 146 camas, logrando una ampliación a 337 en las que se atendieron a 5 505 pacientes. Iniciamos atención en UCI con Covid-19 solo con 18 camas y cuatro ventiladores, logrando ampliar a 146”, puntualiza.
La calidad humana: el sello eanista
Para la Dra. Waldetrudes Aguirre la calidad humana es de vital importancia, por esta razón eligió a la Universidad Ean para cursar su MBA en Salud. “De las cosas más importantes que puedo resaltar de la Universidad Ean es que está acreditada en Alta Calidad, lo que significa que los estudiantes tenemos una formación mucho más rigurosa”, asegura.
La Universidad Ean busca impactar a través de la sostenibilidad, el emprendimiento sostenible y la innovación a sus estudiantes y graduados. Producto de su aprendizaje y apropiación del ADN eanista, Waldetrudes ha abierto un nuevo servicio en el Hospital San Rafael de Facatativá para bienestar de todos los cundinamarqueses y colombianos.
“Lo más importante que nos deja este MBA es la implementación de un plan de atención para el manejo y tratamiento de las patologías de salud mental. Hoy tenemos la oportunidad de tener la primera unidad de salud mental pública del departamento con una capacidad de 28 camas. Este servicio es un ejemplo de emprendimiento sostenible financieramente viable que responde a las necesidades de la población después de la pandemia, tiempo en el que se ha evidenciado un aumento en las patologías de salud mental, el cual sustentaremos como trabajo de grado”, concluye la gerente.
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