En Abiyán, la capital financiera de Costa de Marfil, muchos niños no consiguen un cupo en un colegio y los que sí, deben tomar clases en aulas con hasta 100 alumnos, bajo altas temperaturas. La misma ciudad produce 300 toneladas de plástico al día, y aunque parezca un invento de ciencia ficción, esa "basura" es todo lo que necesita una eanista para construir más escuelas.
Isabel Cristina Gámez, bogotana, emprendedora y estudiante de la Maestría en Gestión de Organizaciones de la Universidad Ean es cofundadora de Conceptos Plásticos, una empresa creada bajo principios de economía circular que recicla materiales de difícil disposición – como las diversas variedades de plástico –, para fabricar unos ladrillos capaces de durar cientos de años, y que pueden emplearse para levantar construcciones en un proceso que tarda entre 4 y 5 días.
Sin embargo, el objetivo de la empresa no se materializa en cada ladrillo que sale de la fábrica, sino en la forma como impacta a las comunidades con las que trabaja.
“Actualmente hay muchos recicladores que no saben identificar todos los plásticos de los que pueden disponer y por eso pierden fuentes de ingreso. Nosotros les enseñamos acerca de los materiales y ellos replican ese conocimiento en su comunidad, en la empresa les compramos los desechos a un precio justo y luego implementamos metodologías para cambiar alguna problemática”, afirma Isabel.
En Colombia, Conceptos Plásticos ha construido escuelas y viviendas en Cartagena y Cali, y durante el 2016 facilitó la creación de un albergue para 42 familias desplazadas por la violencia en Guapi, Cauca. Con este tipo de intervenciones, la eanista y su equipo no solo mejoran las condiciones de vida de familias vulnerables, sino que aportan para frenar la crisis ambiental de contaminación por plástico que afronta el Planeta.
Por su innovador método de intervención para el desarrollo social, la empresa ha ido destacada por medios como el diario The New York Times, y ha ganado diversos reconocimientos internacionales, como el premio mayor de la competencia The Chivas Venture del 2016. Después de participar en este concurso, la misión de la eanista y su equipo se hizo viral en Internet y captó la atención de la dirección del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Costa de Marfil, África.
Con dicha organización fue firmada una alianza para la construcción de una fábrica que permitirá transformar al mes hasta 1.000 toneladas de plástico en ladrillos, con los cuales serán construidas aulas de clase para mitigar el déficit de aulas en Abiyán. El material permite aislar el calor, así que favorece el aprendizaje y la diversión de más niños, para que se eduquen y se conviertan en agentes de cambio dentro de sus familias y sus comunidades.
Además, mujeres y jóvenes marfileños de bajos recursos trabajarán de la mano con Conceptos Plásticos y harán parte de un programa en el que voceros de la empresa les enseñarán sobre cómo separar la basura en sus hogares, cómo reconocer cuáles plásticos se pueden reciclar y cómo administrar el dinero de forma efectiva, de manera que puedan suplir sus necesidades y salir de la pobreza.
En paralelo, Isabel y sus socios trabajan en el desarrollo de más productos hechos a base de plástico reciclado, y esperan construir una fábrica en El Salvador para expandir sus acciones por toda Centroamérica.
“Lo que para muchos es basura, para nosotros es un recurso invaluable y queremos que los recicladores lo vean de esa forma, se empoderen y se vean como emprendedores, porque a veces ellos piensan que por trabajar entre la basura tienen un oficio indigno, y no es así. Ellos están limpiando la falta de conciencia de otras personas que solo critican, pero no trabajan por generar ningún cambio”, concluye la eanista.
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