El agua, líquido vital

¿Qué puede hacer el ciudadano común, las empresas, la academia y el gobierno, para participar de manera activa en la protección del preciado recurso del agua? Las siguientes reflexiones nos llevarán a visualizar unas propuestas básicas para trabajar de manera conjunta en la protección del agua.

Cada 22 de marzo celebramos el día mundial del agua, es un evento anual promovido por las Naciones Unidas, iniciado en 1993 y que busca crear conciencia sobre la importancia de este preciado recurso y sobre las acciones inmediatas que la humanidad debe realizar para trabajar en las metas del Sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible: “Agua y saneamiento para todos para 2030”.

Es paradójico, que, en un mundo globalizado, con importantes avances tecnológicos y científicos, con países con grandes capitales, siga existiendo la carencia de este vital recurso en varias regiones del planeta. Según un informe de la UNICEF y la Organización Mundial de la Salud de 2019, alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no cuentan con servicios de agua potable, 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento básico y 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos. El informe menciona que 8 de cada 10 personas que viven en zonas rurales carecen de estos servicios. En palabras de la Dra. María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la OMS. “Si los países no redoblan sus esfuerzos en materia de saneamiento, agua potable e higiene, seguiremos viviendo con enfermedades que deberían haber sido erradicadas hace tiempo como la diarrea, el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis, las enfermedades tropicales, la esquistosomiasis, entre otras”.

"Alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no cuentan con servicios de agua potable, 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento básico y 3.000 millones carecen de instalaciones básicas.

Recientemente, se publicó el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas con relación a la conmemoración del día mundial del agua. En su discurso existía una clara preocupación sobre la demanda del agua “La demanda de agua de la humanidad está aumentando. Se incrementa la presión sobre los recursos hídricos debido a su uso excesivo, la contaminación y el cambio climático. Las sequías y las olas de calor son cada vez más intensas y frecuentes. El aumento del nivel del mar está provocando que las aguas salinas se infiltren en los acuíferos costeros. Se están vaciando las napas freáticas”. Para 2022, las Naciones Unidas han hecho énfasis en la importancia del agua subterránea, su mensaje es que “es esencial que trabajemos juntos para lograr una mejor gestión de todas las fuentes de agua, incluido el suministro mundial de agua subterránea. El agua subterránea, aunque no la vemos, es vital para el abastecimiento de agua potable, la agricultura, la industria y los ecosistemas. Pero gravemente cerca del más de 20 % de los acuíferos del mundo están sobreexplotados”, Colombia no es ajena a esta problemática, actividades como la minería ilegal, la explotación ilegal de acuíferos, la deforestación, la explotación de los páramos, afectan la calidad y cantidad de este preciado recurso.

Lo anterior presenta un panorama sombrío para alcanzar las metas de desarrollo sostenible y lograr el acceso universal al agua para 2030, pero no imposible si logramos unir esfuerzos para lograrlo. Hay mucho por hacer para afrontar las problemáticas asociadas al uso del agua, hay una necesidad apremiante de trabajar en la protección de cuencas hidrográficas, de paramos y de aguas subterráneas, ecosistemas estratégicos para el suministro de este preciado recurso; así como en reducir la contaminación del agua en procesos productivos, optimizar su uso a nivel industrial y doméstico, encontrar nuevas formas productivas para el uso inteligente del agua, diseñar y proveer sistemas de saneamiento básico para quienes no lo tienen, realizar campañas de educación ambiental desde los primeros años en los colegios, hogares y empresas para sensibilizar a la población y brindar las herramientas para trabajar en la protección de este recurso vital. El gobierno, las empresas, la academia y el ciudadano común, todos, debemos unir esfuerzos encaminados a la protección del agua; a continuación, y de manera sucinta, presento algunas ideas de estas acciones.

Los gobiernos: continuar uniendo esfuerzos transfronterizos para la protección de ecosistemas estratégicos, promoviendo proyectos que busquen la protección y el buen uso del agua. Apoyando la investigación y la innovación en sistemas inteligentes de uso del agua a todo nivel. Promoviendo la educación ambiental en torno a la protección del agua a nivel nacional. Desarrollando mecanismos financieros y jurídicos que promuevan la protección y el uso inteligente de este vital recurso.

Las empresas: Empezar, o bien, continuar en la medición de su huella hídrica para controlar mejor sus procesos y hacer uso racional y eficiente del agua. La gestión adecuada de los residuos es clave también para evitar la contaminación.

La academia: Trabajar fuertemente en proyectos de investigación y formación que busquen la protección de las cuencas hídricas y páramos, el diseño e implementación de sistemas de saneamiento básico, en la medición de la huella hídrica de procesos, productos y servicios, en el desarrollo de productos y procesos innovadores que incluyan el uso inteligente del agua y la minimización de residuos (en donde la implementación de indicadores de economía circular y los análisis logísticos son claves).Todo esto, es un apoyo fundamental para los gobiernos y las empresas.

El ciudadano común: Debemos integrarnos cada vez más en los proyectos de uso y protección del agua. En cambiar los actuales patrones de consumo. En minimizar y aprovechar nuestros residuos para reducir la contaminación. La educación ambiental es clave para lograr estas acciones.

Instituciones, empresas y ciudadanos comunes, deberíamos pensar: “Como las actividades del día a día están haciendo que mañana tengamos un vaso menos de agua para nuestro propio consumo o el de nuestros hijos”. Y esta reflexión debería ser de todos los días, no solo en la conmemoración del día mundial del agua.