“No se puede ser líder de otros sin antes aprender a ser honesto con uno mismo”. Paula Amado
Julio 18, 2025
La emoción, esa parte tan humana que muchas veces se intentó dejar fuera de las oficinas, se convierte hoy en un elemento central. Durante mucho tiempo, el liderazgo se asoció con habilidades duras: tomar decisiones rápidas, hablar con seguridad, proyectar autoridad. Pero algo ha cambiado.

En medio de tecnologías que hacen cálculos en segundos, de automatización y ritmos que no dan tregua, empieza a resonar una idea que parece ir en contravía, pero que cada vez tiene más sentido: liderar no es solo actuar. Es, sobre todo, sentir.
Lo emocional, antes relegado al ámbito personal, hoy se reconoce como un pilar para construir entornos laborales más auténticos y sostenibles. No se trata de debilidad, sino de conciencia: de reconocernos, gestionar lo que sentimos y, desde ahí, ejercer una influencia más real y coherente.
Una conversación sobre educación, liderazgo y emprendimiento con Gigliola Aycardi
Paula Amado Kattah, gerente de Expansión y Crecimiento de la Universidad Ean, lo resume de forma clara: “No se puede ser líder de otros sin antes aprender a ser brutalmente honesto con uno mismo”. Con más de 20 años de experiencia en gestión humana, su mensaje es directo: la autogestión emocional no es un plus, es una base.
En su conferencia Human Management, Amado retoma el debate entre el filósofo Descartes y el neurocientífico Antonio Damasio. Mientras el primero decía “pienso, luego existo”, Damasio propone una idea más cercana al corazón: “sentimos, luego existimos”. Esta no es solo una reflexión académica. Es una invitación a vivir el liderazgo desde lo humano, no desde lo perfecto.
¿Qué significa, entonces, autogestionarse?
Es tener la capacidad de ponerle nombre a lo que sentimos. De escuchar una crítica sin convertirla en una amenaza. De hacer pausas que nos permitan reconectar con el sentido de lo que hacemos. Es entender que el éxito no siempre se refleja en un cargo, sino en la calma con la que terminamos el día.
Amado plantea una pregunta incómoda, pero necesaria: ¿realmente es exitoso quien cumple con el camino que otros trazaron, o quien se atreve a construir el propio desde el bienestar y el propósito? En esa pregunta se esconde una transformación: pasar de liderar desde el deber, a hacerlo desde el ser.
Este enfoque no niega los resultados, pero sí cambia la forma de alcanzarlos. Porque liderar desde la emoción también implica abrir espacios para el error, para la vulnerabilidad, para decir “no sé” y para reír sin culpa.
Liderar en tiempos digitales, sin perder lo humano
Hoy, los líderes toman decisiones que no solo afectan negocios, sino personas, entornos, comunidades. Y frente a un mundo cada vez más automatizado, la honestidad emocional, la autocrítica y la empatía no son señales de debilidad, sino señales de lucidez.
Paula Amado insiste: normalizar las emociones en el trabajo no es un lujo, es una necesidad si queremos construir entornos más sanos y sostenibles. Esto implica repensar también la forma como formamos a los líderes: más allá de enseñar a planear o hablar en público, formar personas capaces de reconocer sus límites, de cuestionarse con humildad y de usar el miedo como motor, no como freno.
Conclusión
Hablar de autogestión, emociones, propósito y empatía no es caer en discursos blandos. Es asumir que lo humano, con todas sus complejidades, sigue siendo nuestro mayor diferencial frente a cualquier máquina. Porque, como bien dice Paula Amado Kattah, dormir en paz tiene un precio. Y ese precio es la honestidad con la que cada uno decide liderarse.
Ingrese a nuestro canal de YouTube para ver esta charla completa y explorar otros contenidos relacionados con bienestar, educación, emprendimiento, innovación y desarrollo profesional.
Chat
¡Chatea con E-Ann!
Atención en línea
Whatsapp