

Después de revisar las propuestas de los candidatos a la presidencia de Colombia con respecto a las estrategias para el fortalecimiento del emprendimiento, aunque algunas son muy interesantes, en su mayoría son generales y presentan elementos comunes con las propuestas de pasados periodos electorales; aquellas que luego se fueron diluyendo en el día a día de la gestión, compleja de por sí, de gobiernos inmersos en las dificultades de un país tradicionalmente polarizado.
Reconozco en cada uno de los candidatos su valentía y entrega al querer mejorar las condiciones económicas y sociales de un país complejo, con casi 70 años de violencia, con un proceso de paz debilitado por las recientes noticias de narcotráfico y violaciones de derechos humanos. Por otro lado, aunque lo importante es que cada uno de ellos tenga claras las estrategias desde una visión de alto nivel, es injusto esperar que en este momento tengan totalmente definido, desde lo táctico, cómo se procederá una vez sean nombrados como presidentes.
Por lo anterior, propongo que para el caso del desarrollo del emprendimiento en Colombia se formulen políticas que incentiven a las empresas ya constituidas, para que apliquen las mejores prácticas de Emprendimiento Corporativo y así generen innovación y desarrollo empresarial. Cabe señalar que el Emprendimiento Corporativo es el proceso mediante el cual un individuo o un grupo de individuos, en asociación con una organización existente, crean una nueva organización o promueven la innovación al interior de la empresa.
Esta simbiosis entre los grandes grupos empresariales y los startups, ya sean internos o externos, es una situación ideal para que las dos partes crezcan integralmente. Mientras los pequeños emprendedores aportan agilidad, gestión del riesgo, pasión, fuerza, capacidad para buscar mercados y flexibilidad para romper barreras y paradigmas, los grandes grupos empresariales contribuyen con conocimiento, acceso al mercado, recursos, infraestructura, capital y capacidad de gestión y producción.
Así mismo, estas acciones generan iniciativas de inversión de riesgo corporativo, que de manera específica se refieren a la creación de nuevas unidades de negocio y nuevas empresas, innovación de productos, generación de emprendimientos de base tecnológica, adquisición de nuevas empresas a nivel nacional e internacional y apadrinamiento de nuevos emprendimientos.
En últimas, un ecosistema balanceado que busca el crecimiento de todos simultáneamente, y no que unos pocos sigan creciendo dejando atrás a los demás, evita el ‘desperdicio’ de talentos y marca una verdadera diferencia y una nueva y poderosa ruta para el emprendimiento colombiano.
Con acreditación Institucional de Alta Calidad
Res. Nº 29499 del Mineducación 29/12/17, Vigencia 28/12/21