Internacionalización en el 2021: más incluyente y sostenible
Coordinadora de Movilidad y Proyección Global - Universidad Ean
Se viaja con el cuerpo, pero también se viaja con la mente y el corazón. Solo hasta mis 19 años hice mi primer viaje al exterior; sin embargo, recuerdo mi corazón viajero inquieto desde siempre. La curiosidad por aprender sobre el otro, ver nuevos paisajes, ampliar sabores del paladar y hablar idiomas distintos siempre estuvo y estará dentro de mis más profundos deseos. Diana Uribe, historiadora colombiana, afirma que los viajes tienen tres componentes: cuando uno los sueña, cuando uno los vive y cuando uno los recuerda. En su conversatorio ‘Viajar con la mente’ expresó que la limitación de viajar causada por la pandemia ha abierto espacio para potenciar la profunda creatividad interior.
El 2020 fue un año donde las personas y las instituciones tuvieron que desarrollar la creatividad e innovación al interior de sus procesos, y la internacionalización de la educación superior no ha sido la excepción. La pandemia nos ha dejado de herencia una internacionalización incluyente y sostenible, no solamente con más posibilidades de acceso a programas internacionales desde casa, sino también generando un impacto en la reducción de la huella de carbono de quienes viajan.
La movilidad había sido uno de los ejes centrales de la internacionalización en las Instituciones de Educación Superior (IES), sin embargo, en una región como América Latina en donde solo una mínima parte de los estudiantes puede acceder a programas educativos de movilidad internacional, se había tardado en ofrecer experiencias globales más asequibles para la comunidad académica.
La proyección global es entonces la respuesta a una internacionalización más incluyente. Las IES deben formar profesionales para la ciudadanía global y la pandemia ha permitido potencializar los programas ofrecidos para tal fin. En el caso de la Universidad Ean se generaron espacios como webinarios, sesiones académicas online, programas de doble titulación virtual y participación en concursos internacionales, logrando iniciativas en línea y en casa para llegar, aproximadamente, al 30 % de la comunidad académica en el 2020.
"Durante una experiencia académica en el exterior, quien viaja desarrolla competencias interpersonales e interculturales. No obstante, los programas de proyección global e internacionalización en casa también impactan significativamente la capacidad de los estudiantes".
De acuerdo con USA Study Abroad, las experiencias internacionales ayudan a los estudiantes a desarrollar competencias y conocimientos, prepararse para resolver los desafíos más difíciles del mundo y competir en el mercado laboral del siglo XXI. Generalmente, durante una experiencia académica en el exterior, quien viaja desarrolla competencias interpersonales e interculturales. No obstante, los programas de proyección global e internacionalización en casa también impactan significativamente la capacidad de los estudiantes para desarrollar las competencias indicadas por el Proyecto de Educación para la Ciudadanía Global de la UNESCO: mayor comprensión y sensibilidad hacia otras culturas; respeto a la diversidad y a la diferencia; sentido de pertenencia a la humanidad común, y actitud de responsabilidad social o participación activa y eficaz en la comunidad local y global.
Las oportunidades de internacionalización que evitan al estudiante, docente o administrativo realizar un viaje internacional generan externalidades positivas para el medio ambiente, puesto que reducen las emisiones de CO2 y la huella de carbono de quien viaja. Luego, la cuestión es si esta externalidad permitirá que la internacionalización de la educación superior tenga un impacto positivo en la sostenibilidad del Planeta.
Como lo indica Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad Ean, en su ensayo ‘Transformar el mundo’, “la sostenibilidad no es una construcción abstracta ni un relato de la inocuidad de lo humano: es un proceso deliberado de constitución de modos de vida en continua experimentación”. En efecto, con la pandemia estamos experimentando nuevos modos de trabajo en torno a la internacionalización, en los que es posible viajar con la mente, interactuar con otras culturas y participar en la resolución de problemáticas de carácter local y global sin que existan movilidades físicas.
A pesar de las bondades de la internacionalización en casa, en línea, incluyente y sostenible, el turismo académico y también de naturaleza -muy seguramente- continuará siendo parte esencial del proceso de desarrollo académico y profesional. Un paisaje tanto de un país desarrollado como de uno en vía de desarrollo le dará al estudiante un impacto en su conciencia sobre lo intercultural y la perspectiva de que el mundo no era como lo había visto hasta ahora. Es por ello que el choque cultural que afronta un foráneo en una sociedad que no es la propia, se genera con mucho mayor ahínco cuando está inmerso en el país extranjero y ha realizado una movilidad física.
En el 2021 seguiremos viajando con el cuerpo, la mente y el corazón. El reto es seguir trabajando por una internacionalización de la educación superior más incluyente y sostenible que genere efectos positivos no solo en la vida de quienes viven la experiencia internacional, sino también en el medio ambiente y la sociedad.
