Kendry Olivares siempre soñó con trabajar en el mundo de la educación, así que cuando quedó sin empleo por una crisis financiera de la empresa en la que trabajaba, en lugar de lamentarse le dio rienda suelta a una idea que llevaba 'cocinando' en su mente hace tiempo: enseñar inglés a los niños de una forma divertida, sin usar tableros ni cuadernos, sino prepararando cupcakes, haciendo picnics, o experimentos químicos.
Así nació Funny Kids, un taller de estimulación cognitiva, social y emocional en el que niños de 3 a 11 años realizan actividades lúdicas que les permiten aprender vocabulario y gramática del idioma inglés a través de vivencias y juegos. La receta de Kendry está compuesta por cuatro temáticas: fun artists, fun kitchen, fun explorers y fun science, las cuales estimulan a los pequeños a descubrir nuevas formas de aprender y divertirse.
Los primeros participantes aprendieron a pronunciar los nombres de las frutas y verduras mientras preparaban unos sándwiches. Hace unas semanas, los niños construyeron un volcán de arcilla que luego hizo erupción, al mezclar bicarbonato y vinagre en su interior. Mientras tanto, Kendry explicaba en inglés las características de los volcanes y cuántos de ellos hay en Colombia.
Según afirma la eanista, al taller han ingresado niños con problemas de lenguaje o de socialización que después de vivir las experiencias que ella diseña, ya no quieren irse. Además, los papás han notado cómo sus hijos se vuelven más elocuentes y repiten palabras y frases en inglés. "He desarrollado mucho mi lenguaje corporal y mi gesticulación para que los niños me entiendan y se concentren. Con preguntas sencillas como do you like sandwiches? (¿te gustan los sandwiches?) me aseguro de que, aunque no conozcan todo el vocabulario, capten la idea", agrega.
A principios de 2019, Kendry empezó a realizar las actividades en la sala de su apartamento, en Barrancabermeja, y convencida de que su idea sentaría un precedente en la enseñanza de los idiomas, tocó puertas en varias empresas y organizaciones hasta conseguir alianzas con la Unión Sindical Obrera, para usar sus instalaciones, y también con la Policía Nacional de su ciudad, cuyos miembros disfrutan de descuentos especiales para que sus hijos participen de las jornadas lúdicas.
Menos de un año después Funny Kids ha crecido a pasos agigantados: más de 200 niños han avanzado en su camino por el bilingüismo, cada vez más padres se interesan por este método innovador, y Kendry se prepara para abrir su propia sede en enero de 2020. Por el impacto que ha generado, este emprendimiento es uno de los proyectos pre-seleccionados para ganar un estímulo de 140 millones de pesos entregados por el Fondo Emprender, del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
El mayor objetivo de Kendry es que los niños se enamoren del inglés y del aprendizaje de idiomas, tal como le sucedió a ella mientras estudiaba la Carrera en Lenguas Modernas de la Universidad Ean. De esa forma, asegura que disminuirían los índices de deserción y menos personas se sentirían frustradas al aprender a hablar inglés. "Con este método estimulo las habilidades, la curiosidad y la inteligencia de los niños para que aprendan de manera efectiva y nunca abandonen esa meta", afirma la eanista.
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