Los juegos olímpicos han sido y serán una tradición que lleva siglos a nivel mundial, lo cual tiene una significación importante para la humanidad. Sin embargo, el COVID-19 ha afectó, incluso, hasta el punto de tener que atrasar el desarrollo de los mismos. En estas olimpiadas, de más de 100 años de historia, los países siempre buscan ser la sede de este admirable evento. No obstante, debido a la coyuntura, en catarsis nos preguntamos si es positivo o negativo ser sede de los juegos olímpicos en este momento. Con esto en mente, hacemos la siguiente reflexión.
Aspectos positivos
Infraestructura
Con la llegada de los juegos olímpicos se tiene que albergar todas las disciplinas deportivas que existen, lo que genera que el país se vea en la necesidad de invertir en construcción y desarrollo de infraestructura, como lo fue el Estadio Olímpico de Tokyo, Ariake arena (vóleibol), Tatsumi water polo center, Saitama super arena. En cambio, otras arenas fueron simplemente renovadas como el Gimnasio Nacional Yoyogi (balónmano), Ariake coliseum, entre otros.
Esto a su vez aporta positivamente a la creación de empleo para el país anfitrión. Las innovaciones en infraestructura generan beneficios a corto plazo, sin embargo, las construcciones permiten que los ciudadanos puedan disfrutar de esas instalaciones a futuro mientras que se promueve el deporte.
Prevención de contagio
Debido a los protocolos de seguridad necesarios para la protección de todos los implicados, se le está enseñando al público qué debe hacer para cuidarse del contagio, la distancia de seguridad, el uso de tapabocas, entre otras. Esto indirectamente genera que la persona este consciente del peligro y la necesidad de cuidarse.
Economía
En un contexto sin pandemia se estaría hablando de turismo, el comercio local, transporte, y demás. Sin embargo, en este caso los números en estos aspectos son muchos más bajos de lo que suelen ser. No obstante, tenemos los patrocinadores que buscan aparecer y generar recordación en los televidentes. De acuerdo con John Coates, los pasados juegos olímpicos de Tokio 2020 generaron más de 3.000 millones de dólares, ello sin contar las marcas que tienen acuerdos directos con el COI (Comité Olímpico Internacional).
Aspectos negativos
Riesgos COVID-19
A pesar de que se tomen todas las medidas de protección y distanciamiento, existen varios deportes que son de contacto y, por ende, aumenta la posibilidad de contagio. Según la BBC cuando faltaban 3 días para la finalización de los juegos olímpicos el total de infectados en la villa olímpica era de más de 320 entre atletas, empleados del comité, contratistas y voluntarios.
De acuerdo con el diario As, en la ciudad de Tokio las cifras de infectados desde el 23 de julio, es decir, el día que comenzaron los juegos hasta el 6 de agosto fueron de 128,044 casos acumulados dando una media de 9,850 por día, los contagios diarios en Tokio eran menores a 1000 antes de los juegos olímpicos. Al haber un aumento de personas en la ciudad, se aumenta la posibilidad de contagio y nuevas cepas traídas por las personas del exterior. En el mismo sentido, es probable que estas mismas personas lleven mezclas de cepas que quizás aún ni existan en su lugar de residencia. Además, la necesidad de mascarillas, caretas y objetos de único uso encarece el desarrollo de los juegos olímpicos.
Mantenimiento de infraestructura
La creación de nuevos espacios es beneficiosa para los ciudadanos, pero para el Estado es una navaja de doble filo. Estas nuevas instalaciones necesitarán de mantenimientos y cuidados para que perduren y estén en óptimas condiciones. Muestra de lo que puede llegar a suceder es el caso de Brasil en el mundial 2014 donde se construyeron estadios que terminaron abandonados, ya que ni siquiera contaban con equipos que pudieran hacer uso de los mismos.
Críticas de los ciudadanos
De acuerdo a encuestas realizadas por Asahi Shimbun (medio japones), el 83% de los encuestados estaban en contra de la realización de los juegos olímpicos, con el 40% preferían que los juegos olímpicos se pospusieran hasta el siguiente año, un 43% preferían que se cancelaran y solo el 17% restante estaban de acuerdo con la realización de los juegos. Aunque con el pasar del tiempo la percepción mejoró un poco, el descontento siguió, generando un ambiente no muy cálido para los turistas, bien sean deportistas, periodistas, delegados de las naciones o simplemente visitantes. A su vez, el descontento con el Gobierno llevó a la gente a marchar para protestar contra los juegos olímpicos, donde se reprocha que se está priorizando el dinero por encima de la salud de los ciudadanos.
Con el contexto y los aspectos positivos y negativos, ¿te gustaría que tu país hubiera sido la sede de los juegos olímpicos 2021?
*Wilson Sarmiento es estudiante de Lenguas modernas con énfasis en Comunicación digital.
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