Ahora estamos inmersos en la melancólica pandemia del siglo y solo te diré que siempre serás eterna. Dejé la voz en los labios de la brisa, el corazón lo repartí entre el cielo y el mar, cómplices de nuestras lágrimas. Rompí todos los lápices sin dejar rastro; eres y serás mi inspiración, musa mía. Indeleble tinta quedará en nuestra piel. Arte eres, magnífico caos, una linda tormenta, el más bello huracán y la casualidad que llena un corazón quebrantado. No hay explicación alguna para que un ángel como tú llore. Amarte no es mi elección, fue mi decisión. Escalé medio universo para encontrarte. Respiras hondo ante el cansancio de esta existencia lúgubre. En medio del caos que me rodeaba, estabas tú. Siempre fuiste mi perfecta casualidad en medio de aventuras y locuras. Largas conversaciones sobre cualquier tontería mientras la madrugada soporífera acaba con tus demonios. Acariciar cada pelo tuyo mientras me fundo en la felicidad. Me has convertido en luna cuando yo solo me sentía estrella. Ufano estoy al ver tu dicción hermosa con las delicadas manos que posees. Jubiloso mi corazón que termina la culminación de tus abrazos acogedores. Emana de tu cuerpo la afabilidad de las nubes. Rayos cayendo y las ventiscas tan impotentes en las calles. Momento efímero de poseerte con mis palabras en las noches frías de insomnio. Al notar la lentitud de mis pasos en este oscuro camino llamado amor. Si hay un más allá, espero que estés ahí conmigo. Hacerte feliz es mi mayor objetivo en medio de la oscuridad. Eres esa poesía que me hace suscitar. Ríos mansos atrapando a mi loco corazón. Meliflua es tu voz, la suave y dulce melodía incrustada en mi corazón. Oh, días nefastos donde la desesperación dominaba tu ser. Sueño con tenerte acá al lado. Antes mi existencia era ínfima y ahora una sonrisa bobalicona me persigue. Deidad fuiste para Picasso, locura de Dalí y amante de Borges. Entonces, te miro como el deseo que anhela mi vida. La brisa se vuelve fría y mi piel se eriza al recordar tu suntuosa sonrisa. Me inspira tu mirada rebelde y decidida cuando la libertad llena tu alma. Un brindis a la vida por encontrar semejante deidad. Nadie se asemeja a tu belleza y solo escuchas voces que te hieren por la complejidad de tu mismo ser. Deberás dibujar cada día en tu rostro tu sonrisa godible. Onírico mundo busco y entre mi travesía estás tú. Te sientes afligida, melancólica, inepta e insuficiente. ¿En qué idiomas te expresó que eres la perfección hecha mujer? Ansío muchísimo el día en el que vuelva a verte y sentir tu perfecta imperfección. Me falta toda una vida para merecer tu sonrisa. Olvidemos el tiempo y el espacio, solo importas tú.