¿Cómo cultivamos las relaciones en una empresa?

Cuando llegamos nuevos a una empresa nos enfrentamos a un universo de cosas, situaciones y emociones, llevándonos a replantearnos sobre ese cambio o adaptarnos a ese nuevo ecosistema.

Muchas personas podrían pensar que únicamente un factor crucial para saber si tomamos una buena decisión, es el salario, pero si bien es importante, se suman dos aspectos como el clima laboral y el desarrollo de nuestras actividades.

A lo largo de mi experiencia, he podido aprender que las relaciones laborales funcionan como las huertas, debemos sembrar la semilla, tener paciencia e irlas rociando con regularidad, usando la cantidad suficiente de agua, porque si las regamos con mucha, esto podría obstaculizar el proceso de germinación.

Además, brindarles un espacio amplio, cómodo y confortable para que puedan florecer con momentos de sol y lluvia, lo que hace referencia a los buenos y malos momentos que podemos tener en nuestros procesos laborales. Incluso, en algunos momentos tendremos que usar unas tijeras para cortar esas hojas secas, lo que en algunos casos podría causar un poco de incomodidad, pero después nos daremos cuenta que esto ayudó a que continuara su crecimiento.

"comparo las relaciones laborales y humanas con cuidar una huerta, debido a que, si cuidamos a cada una de las personas que nos rodean, con la misma dedicación y cuidado que lo hacemos con una semilla, ¡todo va a tener un sentido diferente!"

Si analizamos esto, podríamos darnos cuenta que la frase popular que dice: “yo no vine a hacer amigos, yo vine a trabajar”, puede ser contradictoria, pero aplica perfectamente aquí, porque si bien es cierto, una empresa nos contrata para trabajar, las relaciones laborales son igual de importantes que las humanas. Van tan de la mano que así no queramos, terminan teniendo un sentido especial en todo nuestro proceso.

Por eso, comparo las relaciones laborales y humanas con cuidar una huerta, debido a que, si cuidamos a cada una de las personas que nos rodean, con la misma dedicación y cuidado que lo hacemos con una semilla, ¡todo va a tener un sentido diferente! Porque lograremos tener un vínculo real y tangible, que en algunos casos podrían llegarse a convertir en una amistad.

Con esto, lograremos tener personas felices, responsables, comprometidas, apasionadas por su trabajo. Es importante entender que en muchos momentos tendrán altibajos, pero lograrán superarlos, porque además de tener un buen líder a su lado, estarán rodeados de compañeros, que algunos serán sus amigos, otros no, pero esto no impedirá que sean un soporte en esos momentos difíciles.

Esta situación es lo que hace realmente diferentes a las empresas. Por eso, hoy el llamado es a ser más cercanos con las personas que nos rodean, romper esas barreras y darnos la oportunidad de conocer al que está a nuestro lado, ese colega con el que compartimos más de 40 horas semanales y que terminan siendo 2.000 horas al año aproximadamente. Estoy segura que muchas veces quedaremos sorprendidos de lo que aprenderemos del otro.

Si entendemos esto, las personas generarán más frutos y resultados que cualquier otro tipo de estrategia innovadora, lo que terminará abriendo espacios de intercambio entre los diferentes equipos de trabajo y construyendo comunidad.