Raíces de amor: el emprendimiento universitario que siembra herramientas para una crianza consciente
Junio 5, 2025
De una charla entre amigas nació una herramienta para transformar cómo las familias abordan los silencios, límites y el cuidado emocional infantil. Hoy, tres estudiantes de la Universidad Ean siembran con su proyecto las bases de una crianza más humana y protectora.
"Hubo cosas que nadie nos explicó. Nos hubiera gustado que alguien, en su momento, nos hablara con amor y claridad". Así nació Raíces de amor, un emprendimiento social creado por María Paula Quintana, Gabriela Robles y Sara Guzmán, estudiantes de quinto semestre de Ingeniería Química de la Universidad Ean. Desde su experiencia como hijas, sobrinas y estudiantes, comprendieron la necesidad urgente de abrir conversaciones sobre lo que suele callarse: el cuerpo, los límites, el consentimiento y el abuso.
Con el respaldo metodológico de Impacta, el programa de acompañamiento a emprendedores de la Ean, desarrollaron un kit pedagógico dirigido a madres, padres y cuidadores. Está compuesto por una muñeca biodegradable y una serie de cartas sabias que promueven el diálogo abierto con niñas entre los 2 y 10 años, en un momento decisivo para su desarrollo emocional, cognitivo y social: la primera infancia.
“Queríamos crear algo que nos hubiera servido a nosotras. Una herramienta que ayude a prevenir el abuso infantil, pero también a fortalecer el vínculo afectivo y construir resiliencia desde los hogares”, explican sus creadoras.
Un puente entre el juego y la protección
La muñeca no es un simple juguete. Es un símbolo: de confianza, de cuidado, de amor que guía. Cada una viene acompañada de cartas que permiten conversar con los niños y niñas sobre el respeto a su cuerpo, los espacios seguros, los afectos y los peligros que muchas veces rondan el entorno más cercano. Porque, como recuerdan las emprendedoras, “los lugares donde más casos de abuso se registran siguen siendo el hogar y la escuela”.
El kit también incorpora actividades lúdicas diseñadas para que niñas y niños aprendan jugando. Por ejemplo, una de las cartas más significativas se titula Mi cuerpo, mi tesoro, e invita a identificar las partes del cuerpo con ayuda de la muñeca, reforzando desde edades tempranas el mensaje de que “hay partes que nadie debe tocar”.
“El objetivo es que no haya temas prohibidos. Que los cuidadores –sean madres, padres, abuelos o docentes– puedan tener un lenguaje claro y amoroso para hablar con los niños sobre sus derechos, sus emociones y sus decisiones”.
Una muñeca que florece
Al ser biodegradable, la muñeca puede plantarse al final de su vida útil y convertirse en tierra fértil para que broten flores. “No queríamos que fuera un objeto que se olvide. Queremos que sea un recuerdo simbólico de esperanza, de una infancia cuidada, explicada, sin miedos ni tabúes”, explican.
Este detalle conecta con el sentido profundo del nombre: Raíces de amor. Porque, así como las raíces sostienen un árbol, el amor, la protección y la escucha sostienen la salud emocional de los niños.
Educación parental, crianza responsable y empoderamiento familiar
El emprendimiento se alinea con un enfoque de educación parental y crianza responsable, brindando a las familias herramientas prácticas para construir entornos seguros y afectivos. También fortalece las habilidades parentales, especialmente en contextos donde hablar de límites, cuerpo o prevención del abuso sigue siendo un tabú.
Además, el proyecto tiene un componente solidario: por cada tres kits vendidos, se dona uno a una mamá e hija en situación de vulnerabilidad, reafirmando su compromiso con el impacto social y el empoderamiento familiar.
“Nuestro propósito es que ninguna niña crezca sin saber que tiene derecho a decir no. Que cada conversación en casa se convierta en una oportunidad de aprendizaje y conexión. Que hablar de emociones sea tan común como hablar del clima”.
Visión a largo plazo
Las fundadoras sueñan con llevar Raíces de amor a más hogares, jardines, colegios y organizaciones. Su visión es construir una generación de niños y niñas capaces de identificar riesgos, expresar sus emociones y formar relaciones basadas en la confianza. A través de su propuesta, también promueven el bienestar infantil, la salud mental infantil, la concientización, la prevención del abuso y la construcción de familias fuertes.
Un cambio que nace del amor
En tiempos donde la sobreinformación convive con el silencio, Raíces de amor propone una forma distinta de hablar: pausada, profunda, respetuosa. Una crianza donde los adultos no lo saben todo, pero están dispuestos a aprender y a acompañar. Una crianza que, como la muñeca, florece cuando se cultiva con intención.
“Queremos que el proyecto crezca con los niños. Que la muñeca y las cartas no se olviden cuando llega la adolescencia, sino que se transformen en símbolos. En raíces que dieron amor. En memorias que sembraron confianza”.
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